No parece haber un nombre oficial o científico para alguien que es adicto a tomar fotografías, pero photoholic parece una buena elección de nombre.
- Entusiasmo por tomar fotografías
Estar un poco entusiasmado con la toma de fotografías realmente no es un problema. Teniendo en cuenta la cantidad de fotografías que la mayoría de la gente toma cada semana, hay poco de qué preocuparse, por lo que probablemente no existe un nombre científico para ello.
Como regla general, tomar fotografías constantemente es un resultado inofensivo de tener una cámara nueva, en cuyo caso debería desaparecer muy pronto. Mientras tanto, es probable que familiares y amigos llamen al culpable una molestia o una elección de otros nombres, en su mayoría no imprimibles.
- Hacer de la fotografía una carrera
A algunas personas les encanta tomar fotografías y mostrárselas a sus compañeros, eso tampoco tiene nada de malo. Si las fotografías tomadas son buenas y abundantes, considerar una carrera como fotógrafo podría ser una idea.
La verdadera pregunta es si esta adicción está adquiriendo proporciones realmente preocupantes. Si la vida casi parece depender de tomar fotografías y todo lo demás tiene que desaparecer para dejar espacio para ello, o si se ha convertido en una especie de ritual para superar o prevenir pensamientos negativos recurrentes, entonces en realidad puede ser el comienzo de un TOC, o trastorno obsesivo compulsivo.
Los trastornos obsesivo compulsivos son un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por pensamientos abrumadores que provocan miedo, preocupación, inquietud y aprensión. Las víctimas intentan inconscientemente reducir esta ansiedad a través de comportamientos repetitivos, como el lavado constante de manos, el control interminable de puertas o ventanas, el acaparamiento extremo y otros rituales nerviosos.
Tomar fotografías rara vez, o nunca, se asocia con el TOC, por lo que no hay necesidad de preocuparse por eso todavía, debería pasar.