Susana
El arte de conservar, rellenar y montar animales en formas reales se llama taxidermia. Esto se practica generalmente con vertebrados, pero ocasionalmente con invertebrados como insectos. El arte o la ciencia de la taxidermia ha mejorado enormemente a lo largo de los cien años, aumentando la calidad taxidérmica.
La taxidermia comenzó con la antigua práctica de guardar trofeos de una cacería. A principios de la década de 1700, hubo un creciente interés en la historia natural, lo que resultó en exhibiciones y colecciones de aves, bestias y curiosidades.
El uso de productos químicos para preservar la piel, las plumas y el cabello permitió a los taxidermistas recrear la apariencia natural de los animales vivos llenando la piel cosida con heno o paja. Se han construido y esculpido maniquíes de arcilla y yeso, que son anatómicamente correctos y forman la base de la taxidermia moderna.
Los taxidermistas se emplean generalmente como profesionales, para museos, o se dedican al arte como aficionados, aficionados, cazadores y pescadores. La familiaridad con la anatomía, la disección, la pintura y la escultura, así como el bronceado, son esenciales para practicar la taxidermia.