Elena
La saliva se produce a partir de la respuesta a los reflejos provocados por la estimulación del gusto y los movimientos de los músculos de la mandíbula, las articulaciones y la presión sobre los dientes debido a la masticación. Tres pares de glándulas mayores controladas por el sistema nervioso autónomo (la parótida, la sublingual y la submandibular) son responsables de la mayor parte de la producción de saliva por adición a las glándulas menores distribuidas alrededor de la cavidad bucal.