Oral
María Teresa tuvo que hacer cambios en la economía ya que básicamente se quedó con un país en bancarrota. Haugwitz se encargó de las reformas económicas y fiscales. Su principal objetivo era sacar más eficiencia de los inmensos recursos de las distintas provincias. Se comprendió que estas reformas podrían conducir al fin de la dependencia del gobierno de las haciendas. En 1748, a cada estado en Austria y Bohemia se le permitió votar sobre sus propios impuestos, pero solo una vez cada diez años.
Además, la responsabilidad de recaudar impuestos y provisiones para el ejército ahora estaría a cargo de los funcionarios públicos. Cada provincia sería gobernada por una Representación responsable de los asuntos militares y casi todo lo demás en los años posteriores. María Teresa también propuso un aumento de los derechos de aduana y la elaboración de nuevos registros fiscales. Más significativamente, los nobles y el clero tendrían que pagar impuestos por primera vez bajo la nueva ley, aunque a solo la mitad de la tasa que pagan los campesinos.