Alaina
Para empezar, su año de fabricación debería ser 1998.
Aparte de ser el último Land Rover 90 con su motor V8 bajo el capó, una de las principales características distintivas del modelo 50 Aniversario era la falta de mamparo detrás de los asientos delanteros. O más bien, su reemplazo por una barra de fortalecimiento.
También hay una jaula antivuelco instalada de fábrica que está atornillada al chasis y protege la parte delantera de la cabina.
El tablero de un auténtico Defender del 50 aniversario no es estándar y cuenta con un cuentarrevoluciones y un odómetro digital. El volante tampoco es el volante común o de tierra que generalmente se instalaba en los años 90, el 50.º aniversario tenía un volante de dos radios tapizado en cuero.
El potente V8 de cuatro litros está vinculado a una caja de cambios automática de cuatro velocidades que proporciona una aceleración impresionante para un Land Rover, pero un consumo de combustible que hace que se te llenen los ojos de lágrimas.