La historia políticamente correcta actual es que los gases de efecto invernadero en la atmósfera atrapan más calor del que escapa de la Tierra, elevando así la temperatura. La implicación es que las actividades de los seres humanos son las culpables y se requieren leyes y procedimientos correctivos muy costosos.
La verdad es que los rayos cósmicos galácticos están disminuyendo, lo que genera menos nubes bajas. Esas nubes reflejan mucho la luz solar, por lo que cuando hay menos, se refleja menos luz solar hacia el espacio y la Tierra se calienta. Esto significa que no hay nada que podamos (o debamos) hacer al respecto, y toda la postura política y regulatoria es fundamentalmente inútil. (Referencia:
The Chilling Stars)