No es fácil, Valiente. Toma tiempo. Mi hijo murió unas semanas antes de la Navidad de 1996. No hubo mucha alegría ese año. Pero a medida que pasa el tiempo, te adaptas. No amas menos, no olvidas, pero aprendes a sobrellevar la situación.
Lamento que hayas tenido que hacer esta pregunta. Espero que pueda aceptar su pérdida. Se tendrá más fácil a medida que pasa el tiempo.
Conocer la verdad sobre la promesa de Dios de unirnos con nuestros seres amados que han muerto por medio de una resurrección, en Juan 5:28, nos ayuda a afrontar la situación.