El trueno se crea mediante la iluminación. Un solo golpe de luz tiene el poder de calentar el aire a su alrededor a 30.000 grados Celsius o 54.000 grados F. El calentamiento extremo hace que el aire se expanda a un ritmo explosivo.
La expansión conduce a una "onda de choque" que se convierte en una ensordecedora onda de sonido, conocida como "trueno". El aire tiene la tendencia a expandirse cuando se calienta y contraerse cuando se enfría. Dado que la chispa ocurre instantáneamente, el aire se expande y se enfría rápidamente.
La expansión y contracción repentinas hace que el aire cree un "sonido de bofetadas", muy parecido a la forma en que aplaude o revienta un globo.
Básicamente, el chasquido de una chispa y el estallido del trueno son lo mismo porque son consecuencia del mismo efecto. La única diferencia es el alcance de la chispa.