Janick
Los antiguos japoneses tenían la leyenda de que el gran pez gato Namazu que vivía en el centro de la Tierra se sacudiría furiosamente provocando grandes desastres por todas partes. Un gran dios llamado Kashima, que era el único que podía controlar y contener a Namazu, clavó el bagre contra una roca. Dijeron que cada vez que la mente de Kashima se demoraba en otra parte, Namazu se soltaba y causaba más terremotos. Esto es lo que creían los antiguos, pero ahora, debido al avance y la tecnología generalizados, han surgido las verdaderas razones de por qué ocurren los terremotos.