Silvestre
El oído humano consta de tres partes, el oído externo que consta principalmente del lóbulo de la oreja. El oído medio es el siguiente. Consiste en el tímpano y tres huesos. El oído interno está compuesto por las ventanas ovaladas, el nervio auditivo, el tubo de la cóclea y los canales semicirculares.
El lóbulo de la oreja recibe ondas sonoras entrantes y las dirige a lo largo del canal (aproximadamente 3 cm) hacia el tímpano, llamado membrana timpánica. Las compresiones y rarefacciones de las ondas sonoras longitudinales hacen que el tímpano vibre. Estas vibraciones son captadas por tres huesos del oído medio. Estos huesos actúan como un sistema de palanca para amplificaciones de fuerza y presión de aproximadamente 25 veces en la ventana oval.
Las vibraciones en la ventana oval hacen que se formen ondas de presión en el fluido del oído interno que aloja el tubo de la cóclea. Dentro del tubo de la cóclea, las ondas de presión son captadas por las células sensoriales que a su vez producen impulsos neurales que son transportados por los nervios auditivos al cerebro. De ahí que se escuche el sonido.
La longitud del canal auditivo (como se mencionó anteriormente) hace que el oído humano sea más sensible a un sonido de frecuencia de 3000 Hz. El rango de audibilidad del oído humano es de 20 Hz a 20 000 Hz.