La pobreza compromete el acceso del mercado a mano de obra calificada que es esencial para la producción de los bienes y servicios necesarios. Las personas pobres carecen de acceso a una buena atención médica, lo que presenta desafíos en la productividad de la fuerza laboral. La economía también gasta más en atención médica para las personas que no pueden pagarla.