La moneda filipina se llama peso (o piso para los nativos). Antes de la introducción de la moneda nacional, el comercio se realizaba utilizando materiales, animales y tierra para llegar a acuerdos con otros comerciantes.
El peso fue traído por los colonos españoles a finales del siglo XVI. Sin embargo, había otros tipos de moneda y monedas circulando al mismo tiempo, lo que hizo que las cosas fueran muy confusas por un tiempo. Esto se rectificó posteriormente con la implementación del sistema decimal que hizo posible convertir el valor de las diferentes monedas y hacer que el comercio fuera más justo para todas las partes.
Los billetes se introdujeron en la moneda filipina durante la Segunda Guerra Mundial por la ocupación japonesa. Esta no fue una introducción sencilla con muchas notas que se imprimieron ilegalmente. Esto condujo a la hiperinflación y afectó a la economía filipina durante algún tiempo.
Debido al continuo fraude y la impresión ilegal de dinero, el gobierno filipino y el banco nacional revisaron recientemente todas las monedas y billetes. Han sido reemplazados por notas más sofisticadas que han agregado tiras de seguridad que son casi imposibles de replicar sin sus máquinas.
Al igual que ocurre con la economía mundial, la economía filipina está atravesando tiempos bastante inciertos. Sin embargo, el reciente aumento del comercio exterior y el aumento de la construcción de productos electrónicos ha ayudado a mantener la economía a flote.