Kellen
Lo recuerdo. Venía en un frasco de vidrio blanco opaco con una tapa negra. El champú era una pasta de color amarillo. Creo que mi madre lo compró en el salón de belleza. Ahí es donde obtuvo sus permanentes al estar conectada a una máquina con abrazaderas y cables eléctricos que calentaban las abrazaderas. Gracias a Dios los permanentes han mejorado. ¡No estoy seguro del champú!