La idea de que el comportamiento de un individuo se debe a razones que escapan a su control voluntario se conoce como determinismo. El determinismo es una tesis filosófica que se conoce más comúnmente como causa y efecto. Hay muchos tipos diferentes de determinismo, incluido el determinismo biológico y el determinismo ambiental.
Esta versión del determinismo establece que una persona actúa de la forma en que lo hace debido a su composición genética, y que todo lo que hace está fuera de su control. Esto puede afectar muchas partes de la vida de un ser humano, incluida su sexualidad, su gusto por la ropa y la música, incluso su trayectoria profesional. Las personas se hacen de una determinada manera, e incluso los cambios sociales, los cambios culturales y la educación no incidirán en el desarrollo del individuo.
El determinismo ambiental afirma que las condiciones sociales no determinan una cultura, pero sí el entorno físico. El elemento principal de esto es que la geografía de ciertas regiones determinará el comportamiento de una persona, y que el clima juega un papel muy importante en este desarrollo del comportamiento. Se dice que los climas tropicales hacen que las personas sean perezosas, mientras que quienes viven en climas más fríos están más concentrados y determinados y tienen una ética de trabajo más sólida.
Esta es la creencia de que todas las acciones que tienen lugar lo hacen como resultado de un Dios. Estos dioses varían según las diferentes religiones, y estas religiones incluyen el cristianismo, el judaísmo y el islam. El determinismo teológico duro establece que los individuos no tienen poder en las acciones que realizan, pero que todos los actos están predeterminados por Dios. El determinismo teológico suave es la creencia de que Dios es tan poderoso que las acciones que tomamos se realizan como resultado del miedo a lo que pueda suceder.
Otras versiones del determinismo incluyen el cultural, el psicológico y el conductual.